El sábado pasado fue un día especial para Samuel: llevaba semanas diciéndonos que tenía muchas ganas de ver a Bjorn (que se cambió de cole en Noviembre), pero todavía no habíamos tenido oportunidad de llamar a sus papás para quedar.
Así que la semana pasada nos propusimos hacer un hueco para llamarles e ir a verles, y darle un alegrón a Samuel... dicho y hecho: papá llamó a Sven y quedaron en vernos el sábado en la puerta del zoo para pasar la tarde.
El sábado por la mañana Samuel fue a la piscina normalmente (no quisimos decirle nada para que no se pusiera nervioso) y nada más comer cogimos el coche y nos fuimos para el Phoenix Park (dentro esta el zoológico). Cuando Samuel vio a Bjorn, se puso todo nervioso, y muy timidillo al principio, pero sólo fueron los primeros minutos: luego, la cosa se normalizó y ya se pusieron a jugar, como si no hubieran dejado de verse ni un solo día!
Vimos tigres, leopardos, gorilas, elefantes, hienas, serpientes, cocodrilos... pero sobre todo disfrutamos al ver a los peques juntos: saltando y corriendo de un lado para otro. Fue una tarde estupenda, soleada y todo, que se nos hizo cortísima.
Tanto Sven como nosotros estuvimos de acuerdo en intentar juntarnos de forma más continuada, aunque quedan sólo unas semanas para que Bjorn tenga un hermanito/a y ellos lo van a tener chungo a corto plazo.... bueno, ya pensaremos en una solución. De momento nos quedamos con el recuerdo y las fotitos, que os dejo aquí para que disfrutéis.