Lala viene a casa a desayunar

Vaya tiempo que estamos teniendo por aquí estos últimos días! Lluvia y lluvia... y más lluvia, no frío, pero viento del que te se mete hasta los huesos que ya no te quitas la tiritona ni aunque te estés tomando tazas de té, una detrás de otra de la mañana a la noche. Pues ése es el panorama meteorológico que venimos sufriendo desde el fin de semana pasado.

Ya metidos en modo otoño-invernal casi completo, vamos buscando organizar nuestra agenda de acuerdo con los consejos del hombre del tiempo de la tele. Así lo hicimos el domingo pasado:

Durante la semana, yo había hablado con Izaskun para juntarnos a desayunar el domingo, y al final quedamos en que vendrían a casa los tres: según Martín vendrían Lala (la perra, una  labrador preciosa de unas 15 semanas) y sus papás (Izaskun y Miguel).... veremos a ver qué pasa cuando nazca la bebé que Izaskun está esperando para enero y Martín se de cuenta de que Lala y Matilde - la futura bebé - no tienen mucha pinta de hermanas... bueno, lo mismo sigue con su "teoría Kung-Fu Panda" y piensa: Samuel y yo tampoco nos parecemos tanto, ¿no?



No me desvío del tema: el domingo por la mañana amaneció asqueroso: lluvioso, con frío y viento...un poema. Los niños estaban tranquilos, jugando juntos, sin desmadrar demasiado. A eso de las 10:30h vinieron Lala y sus papás y de repente la atmósfera de la casa cambió: Martín subido a sillas / mesas / sillones o cualquier cosa de altura que le quedara a mano, Lala corriendo como una loca por todas partes, Izaskun y Miguel detrás intentando calmarla y Samuel detrás de ellos intentando darles un regalito que le había comprado a la perra el día anterior. Los que nos habéis visitado, sabéis que la casa es más bien pequeña (por decirlo de forma suave), así que ver a tanta gente corriendo en todas direcciones en un espacio tan reducido era de lo más cómico :-)



Como en 15 mins las cosas volvieron más o menos a su cauce... la casa es mínima, pero la terraza es maja, así que allí Lala se sintió a las mil maravillas (con lluvia y todo) y nosotros pudimos componernos de nuevo, bajar a Martín de la lámpara de la que se negaba a desengancharse y poder desayunar. Aquí en la foto, Lala literalmente le lava la cara a papá:



Izaskun enseñó a Samuel un truco para que la perra no se le echara encima, porque al principio estaba un poquillo asustado....




Y Martín al final también se aprendió el truco y perdió el respeto (que se prepare Lala la próxima vez):



Sobre el desayuno: pues éramos 2 mexicanos, una vasca, una madrileña, un catalán y un dublinés, y al final la influencia de Samuel fue la que más pesó y comimos pa amb tomàquet. El embutido que degustamos no era exactamente jamón de Jabugo (porque lo que venden aquí a duras penas se puede llamar jamón sin engañar al consumidor!), pero nos supo a gloria. También había fruta, yogur, cereales, zumos.... bueno, todo tipo de "manjares matutinos". Lala mientras, hacía las delicias de un vecinito que, desde el otro lado del cristal de la terraza, no se cansaba de contemplarla.

La mañana se pasó volando y a eso de las 13:30h nuestros invitados tuvieron que marcharse. Nosotros nos quedamos jugando al parchís y luego vimos una peli en el proyector.



Esta semana está siendo un poco rara. El martes Martín no fue al cole porque teníamos la revisión médica de los 3 años: todo fue bien - le hicieron hacer un puzzle (creo que el tío Raúl no habría pasado esta prueba), una torre con diez bloques de madera, meter unos anillos de colores en un palito, jugar al fútbol con una pelota de plástico, dibujar un círculo y una recta... un poco de todo. Pasó todo sin problemas y me dicen que es un niño completamente normal. Bueeeeno, pues si los doctores lo dicen, que son los expertos, no se hable más.

Hoy Samuel no tiene cole, porque son las elecciones presidenciales aquí, en la república de Irlanda y el Star of the Sea es colegio electoral. No tenemos nada planeado pero ya pensaremos en algo para ocupar el día... 

Como esta mañana no había que madrugar, yo anoche quedé con las colegas (mamás de los compañeros de cole de Samuel) para irnos de juerga. No contaré nada más ni colgaré fotos, porque papá lee el blog y no quiero que se entere de lo del stripper! - pero en resúmen puedo decir que nos echamos unas risas y ya estamos buscando fecha para la próxima quedada (antes de Navidad seguro!).

Mañana los niños estrenarán sus disfraces de Halloween, así que ya colgaremos las fotitos por la tarde, y este fin de semana tenemos unas cuantas actividades preparadas, que detallaremos la semana que viene.

Antes de terminar, os enseño el dibujo que Samuel hizo el otro día de su disfraz de Halloween. ¿A que está genial? Y no es pasión de madre...o, bueno, un poquito sí! Hasta la próxima.


Los warriors en Imaginosity

Ya os contaba en la última reseña que habíamos montado un mini-hospital aquí en casa, con todos los virus que vinieron a visitarnos el fin de semana pasado... pues ni eso nos hizo quedarnos encerrados.

El sábado sí nos lo tomamos con más calma...bueno, todos menos Samuel que tuvo la fiesta de cumpleaños de su amigo del alma Finian y se pasó la tarde fuera de casa, jugando con los colegas y comiendo chuches (lo mejor para la diarrea, tengo entendido), mientras su hermano y sus papás reposaban en casa.

El domingo, ya un poquito más en forma, decidimos ir a Imaginosity - un museo interactivo para niños que hay aquí en Dublín. El sitio está chulo, ya lo habíamos visitado una vez con Lino, Mila y las peques, hace ya como año y pico, y nos gustó, pero es bastante caro para lo que tiene... Esta vez no nos ha importado nada el precio: hace un par de meses Google nos regaló una tarjeta que nos permite durante un añito entrar y salir del museo las veces que nos de la gana sin pagar un duro, olé!

Teníamos hora de entrada a las 12 del mediodía, así que llegamos al sitio como 10 minutos antes... los warriors ya en plena forma de nuevo, males estomacales olvidados, estuvieron saltando, corriendo y gritando en la puerta, empujando a todo el mundo que esperaba pacientemente su turno de entrada. Menos mal que no tuvimos que esperar mucho antes de entrar, porque sino nos echan incluso antes de empezar la visita!!!

El museo está dividido en zonas temáticas: nada más entrar está el taller, donde puedes montar en un coche tamaño real con simulador y conducir un rato "por la campiña irlandesa". Por supuesto los warriors lo probaron. Me recordaron un montón a Carlos Sainz y Luis Moya en sus tiempos gloriosos... bueno, Martín no dijo lo de izquierda raaaas, derecha raaaas, pero le faltó poco :-)



A Martinxo le encantó la maqueta de tren que tienen justo al lado del taller. De hecho, el tren es igual que el que nosotros tenemos en casa, pero como 20 veces más completo (más vagones, más tramo de vía, más "decoración exterior"...).



A Samuel le gustó casi todo: disfrutó como un enano. En la consulta médica, se construyó un esqueleto solito, a pesar de Martín... y digo que a pesar de Martín porque Samuel ponía huesos y Martín los quitaba, ya sabéis cómo es....

Justo al lado del esqueleto había dos bicis estáticas con dos pantallas grandes para hacer carreras. En ésas estuvo también un rato, incluso en algunos momentos tuvo mucha audiencia, cuando le estaba echando una carrera a papá (ganó Samuel!!!):




Le moló la zona de televisión, donde estuvo tocando la guitarra para grabar un vídeo musical. Esa parte del museo está muy bien, aunque el vídeo que grabé tiene una calidad espantosa (peor de lo normal...) - tendréis que usar vuestra imaginación



Mientras, Martín hacía de Matías Prats en el set de los telediarios...



Hicimos alguna cosilla más: música golpeando tuberías de distintas longitudes, jugamos en un teatro de marionetas... y hasta hicimos una competición de baile de Hula Hoops y.... mamá ganó!!!!! Impresionante documento




En resúmen, una mañana de lo más completa. Antes de salir comimos algo en la cafetería (la comida un poco precaria, la verdad) y luego al parque, porque a pesar de que hacía frío, había un solecito muy majo. Llegamos a casa derrengados, a eso de las 5 de la tarde. Justo a tiempo para merienda, jugar un rato en el jardín con la banda del moco (estaban esperando a los warriors), baño y a la cama, que al día siguiente había que madrugar.

Aquí os dejo el resto de fotos y vídeos que no he incluido ya. La música, es de un anuncio de tés... nos encanta de verdad! Ya me he cambiado de marca :-). Espero que os guste también...




Por cierto, Maru: hoy anda Josh Groban por Dublín! Digo yo que ha venido a darme una sorpresa por mi santo, pero no me avisó a tiempo y nos hemos quedado sin entradas :-(. Será posible!!!??? Bueno, la próxima no nos lo perdemos.

Inundados de virus otoñales

Seguimos aquí, un año más viejos, con la depresión post-cumple (¡y la pre-cambio de hora!) e inundados de virus, que nos tienen durante el día de hoy encerrados en casa a los warriors y a mí. 

Los warriors se han despertado esta mañana con una diarrea importante. Asumimos que es un virus estomacal de los que campean a sus anchas por el cole de Samuel (y por la guarde de Martín también) y que los enanos han "adoptado" y se han traído a casa a pasar el fin de semana. Yo voy ya por el tercer o cuarto paquete de Kleenex en lo que va de día, tengo esa sensación asquerosa de que mi cabeza ha multiplicado por cuatro su tamaño (sé que no, porque los warriors me lo habrían dicho, seguro!) y voy arrastrando mis huesos por la casa, igualito que si estuviera ensayando un espectáculo de miedo para Halloween... sólo me faltan las cadenas agarradas a los talones. 

Con este panorama para el fin de semana, mejor os cuento cómo nos fue el finde pasado, cuando todavía estábamos todos sanos y felices. 

El sábado cumplí años! En principio habíamos pensado irnos un par de días fuera de Dublín con el tío Tato, pero el tiempo estaba asqueroso, así que decidimos posponer la salida y disfrutar del día cerca de casa. Estuvo muy bien la verdad, tranquilo, pero muy bien. 

Me gustó especialmente la comida: fue en un mexicano-texano: el Pablo Picante 



A falta de callos a la madrileña, o unos caracolitos a la llauna que es lo que yo me habría metido para el cuerpo, pues los "burritos" me parecieron una muy buena opción. Me encantaron. 



El sitio es chiquitín, pero la decoración está muy graciosa. Muy bien, repetiremos seguro.




Por la tarde, después de siesta y merienda, tocó la hora del pastel. Uno sencillito de frutas del bosque, recién hecho y jugosísimo. Pedimos un deseo, apagamos las velas entre todos 



y nos comimos un trocito con un café (los niños con un vaso de leche).  




Los regalos llegaron el domingo en forma de ramo de rosas que me dieron estos dos:




pero que era de parte de los tres (si al final va a tener razón papá cuando dice eso de "es que tienes un maridito que no te lo mereces") 




y ayer mismo me llegó otro (mismos remitentes): una trenca roja preciosa, a la que había echado el ojo el invierno pasado y que ya me veréis un montón de veces en las reseñas invernales. 

Ahora os dejamos, nos vamos con nuestros virus, nuestras abundantes cacas y nuestros mocos a la cama. Esperamos que mañana la cosa amanezca mejor "sanitariamente" hablando, claro. Besos de los warriors!

Empezamos la semana de celebraciones

Ya ha empezado otra "semana cumpleañera" en la familia. Y por partida doble!

El martes Martín cumplió 3 añitos (o añotes), y el sábado que viene a mí me caerán 23 o 24 (no me acuerdo muy bien, pero seguro que Pili nos puede aclarar este punto, que ella se acordará).

Las sorpresas empezaron ya el viernes pasado, cuando el tío Tato se presentó en casa para pasar la semana con nosotros. Samuel y Martín están encantados con su tío por aquí! ...y yo creo que el sentimiento es mutuo.

El domingo por la tarde invitamos a algunos amigos a café y tarta de cumple. Vinieron los Torre (Daniel, Laura, las enanas y la mamá de Laura, que estaba por aquí pasando un par de semanas), y también los Sperl (Stefan, Evelyn y sus peques). Nos fallaron Sergio, Isa y la pequeña Nadia y también echamos de menos a los Rodrigues da Silva, que ya están instalados en Londres y no podrán venir tan a menudo a estas reuniones casi familiares de domingo por la tarde.

La "fiestuqui" estuvo bien, muy tranquililla. Martín estaba muy tímido al principio. No quería ni abrir los regalos que le daban!, pero luego se fue animando. Sopló las velas de los 2 pasteles que trajimos



y en seguida pasó a un estado de "felicidad plena" por tener cerquita a su amiga del alma Dani. No se separó de ella para nada en toda la tarde. Allí donde estaba Dani, podías buscar a Martín en un radio de menos de un metro a su alrededor. Para muestra....




La "banda del moco" (ya os conté en la última reseña), también se presentó a buscar a los warriors para que salieran a jugar. Quedaron encantados cuando les dimos a cada uno un trozo (o dos) de tarta de chocolate y después todos al jardín a jugar a "pillar" y al escondite - gracias a Dios el tiempo acompañó y los niños pudieron estar fuera casi todo el tiempo.

Mientras, los mayores (bueno, yo soy joven todavía!), pudimos tomarnos el café/té y la tarta tranquilamente. Charlamos de todo, nos pusimos al día e hicimos planes a corto y medio plazo.




Desafortunadamente, la hora de la despedida llegó en seguida y todos se fueron a casa. Nosotros a la ducha, a ponernos los pijamas y a dormir, que al día siguiente había que ir al cole.

El martes fue el verdadero día del cumple. Para que Martín lo celebrara con los amigos de la guardería, compramos una tarta (de McQueen, por supuesto).



Cuando fuimos a recogerle por la tarde, nos contó Denise (una de las profesoras) que los niños no aguantaron a comerse a McQueen después de la comida y que por "petición masiva" se tuvo que adelantar la fiestecita y el apagado de velas a la hora del recreo de por la mañana! Esta fue la acogida que tuvo la tarta cuando llegamos a la guardería por la mañana (éxito total):




Mientras, por la tarde, Samuel trajo a jugar a casa a su amigo James del cole: un niño de lo más simpático que vive al lado de casa y al que le encantan los legos. Estuvieron toda la tarde montando y desmontando naves, enfadándose y desenfadándose, y luego jugando con el agua de la fuente del jardín.

Por la noche, después de hablar con muchos de vosotros por teléfono/skype para las felicitaciones, y abrir algún que otro regalito que le regalamos nosotros y el tío Tato...



nos fuimos a cenar pizza margarita al Milano.




Todo riquísimo - acabamos rotos y ya en el coche camino de vuelta Samuel se quedó dormido, y Martín casi k.o.

Pero no hemos terminado las celebraciones!!! Sólo estamos pendientes del tiempo que hará este fin de semana para tomar una decisión en firme sobre lo que vamos a hacer. Lo que está claro es que haremos algo especial - ya os iré contando.

Hoy estaba viendo las fotos que hicimos cuando nació Martintxo. Creo que no hemos colgado ninguna en el blog (porque empezamos a escribirlo cuando él tenía ya como seis mesecitos). Aquí está su primer "retrato", cuando tenía tres o cuatro minutos de vida - ¡ratilla total!



También papá le hizo un vídeo... a Martín ya se le ve que empieza a mover la boca. La comadrona me decía que el bebé quería comer, pero a mí me pareció entenderle que quería su McQueen!




Supongo que cuando sea mayor y lea esto me odiará a muerte por publicar sus primeras fotitos...pero a mí me parecen muy dulces :-)

Bueno, Martín, si lees esto cuando crezcas, queremos que sepas que das muuuucha guerra, pero te aseguro que la vida no sería igual sin tí... ni siquiera parecida. El mundo es, sin ninguna duda,  mucho más bonito desde aquel 4 de octubre.

¡¡¡¡MUCHAS FELICIDADES ENANO!!!!

Aquí os dejo todas las fotos que hemos hecho en este principio de semana fiestera. Algunas no tienen muy buena calidad, o están algo movidas, pero merecía la pena no perderlas. La música...bueno, esta música la bailaba yo cuando de verdad tenía 23 o 24 años :-)


Dia en la playa, trajes de Halloween y otras historias de los warriors.

Ya nos hemos metido de cabeza en el otoño dublinés: los días son mucho más cortos, la temperatura está bajando y el viento ya ha venido...y parece que para quedarse.

Y aquí estoy yo, lamentándome como una tonta por la despedida tan temprana del calor, mientras que los warriors ya han pasado página y andan disfrutando de lleno del otoño! No hace ya calor? Pues entonces vamos a abrigarnos para salir a jugar - ese es el espíritu!! al final, poco a poco, nos vamos contagiando todos :-).

Con ese renovado espíritu hicimos planes el fin de semana pasado. Durante la semana yo había hablado con Fiona (la mamá de William), para organizar algo con los peques. Al final decidimos que William se vendría con nosotros el domingo por la tarde para jugar un poco con Samuel y con Martín - por supuesto aquí no se pueden hacer planes más concretos de antemano.

El domingo amaneció muy gris, aunque casi sin lluvia. Por la mañana fuimos a nadar a la piscina y por la tarde fuimos a casa de William a recogerle y directamente a la playa de Sandymount - el maletero lleno de cometas.

El tiempo se portó - estuvo gris, eso sí, pero no llovió...bueno unas gotitas que apenas notamos. Los enanos se lo pasaron en grande, cada uno con una cometa. Martín empezó con fuerza, aunque se cansó pronto, y papá, que estaba deseando sacar la suya de 5m, decidió contenerse y volar la del peque. No es lo mismo, ya lo sabemos... no importa papi: te prometemos que una de estas tardes te acompañaremos a volar la tuya grandota, ya veras cómo nos lo vamos a pasar!


William y Samuel fueron los que no pararon de correr, enredarse y desenredarse en "hilos ajenos" y gritar de alegría cuando venían ráfagas de aire. Comparaban qué cometa era la que más alto volaba, la que tiraba más, la más "cool"... mientras, Martín jugaba con las cochitas de la playa, ayudaba a los mayores cuando lo necesitaban y corría de un lado a otro persiguiendo "gaviletas".



La tarde estuvo estupenda. Luego a casa a tomar una sopa calentita y después a dejar a William de nuevo con sus papás. Tendremos que repetir plan algún día - fue todo un éxito.

En estos primeros días del otoño también nos hemos dedicado a buscar los trajes de Halloween. Todos los años, desde que aterrizamos en Dublín nos pasa lo mismo: dejamos lo del disfraz para última hora (ya se lo que mi familia está pensando - que yo siempre dejo todo hasta el último momento...), pero este año me he puesto las pilas. Y creo que hemos acertado de lleno! Los enanos están encantados de ponérselos, y los mayores de verles! Seguro que nadie se puede imaginar los disfraces perfectos para Samuel y Martín. Aquí están:



Tenemos más novedades: los warriors ya tienen pandilla! Los hemos bautizado como "La banda del moco", por razones obvias: son unos cuantos vecinitos (el más mayor debe tener dos o tres años más que Samuel y los más peques son Martín y otro más). Todos viven aquí, en la misma urbanización y juegan en el jardín todas las tardes cuando vienen del cole, después de hacer su "homework" y hasta la hora del baño. Se lo pasan en grande juntos, y claro, los papás estamos felices de que los niños se hayan "encontrado" - los que creo que no están tan felices son el resto de los vecinos, que de tener un jardín tranquilo, sin ruidos, un remanso de paz donde desconectar después de un día duro de trabajo, han pasado a tener un campo de batalla con gritos de guerra por doquier cada tarde. El otro día incluso dedicaron toda la tarde a la jardinería... hasta que vino el conserje y les echó la bronca del siglo por estar destrozando el jardín comunitario! una risa.



Aquí os dejo los montajes con las fotos de las historias que os acabo de relatar...espero que os gusten. La música se la dedicamos especialmente a la tía Cris, que sabemos que le gusta mucho.



Por cierto, os dejo también un montaje de las fotos que hicimos en Junio (hace siiiiiiglos), cuando Edu y el tío Tato nos visitaron un fin de semana y fuimos a Fort Lucan a jugar un rato. Ya hicimos la reseña, pero nos faltaba el montaje. Aquí va también:




Un beso a todos. Pronto más.

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