El fin de semana pasado estuvo lleno de actividades interesantes para los warriors.
Empezamos el viernes con la fiesta de verano de Google para empleados y sus familias (nosotros incluidos, claro). El día estuvo asqueroso: toda la mañana lloviendo y con un viento muy desagradable...yo ya daba por hecho que la fiesta se cancelaría porque se iba a celebrar al aire libre y como que no parecía muy aconsejable. Pero pasada la hora de comer, el cielo se abrió de repente y hasta salió el sol un buen rato. El evento empezó a las cuatro, aunque nosotros no llegamos hasta las 5 (tuvimos que ir a recoger a Martín al cole primero y luego a recoger a papá a la ofi).
Lo primero que vimos nada mas llegar: un "castillo" hinchable! y lo pongo entre comillas porque no era un castillo, sino un tobogán gigante (e hinchable) lleeeeeeno de niños de casi todas las edades (de 2 a 7 u 8). Samuel y Martín en seguida se quitaron las botas para subir al tobogán y tirarse desde arriba, pero la tarea resultó un poco más complicada de lo previsto y estos dos - que no son el colmo de la velocidad en escalada- montaron una cola detrás que era digna de ver.
Martín hasta se puso nervioso y se puso a llorar, con lo que papá tuvo que ir al rescate y ayudarle a subir para poder tirarse.
Mientras, Samuel, ya libre de su deber de ayudar a subir a su hermano pequeño, subió corriendo y se tiro solito unas cuantas veces...o unos cuantos cientos! que no había quien le sacara de allí.
Mientras, Samuel, ya libre de su deber de ayudar a subir a su hermano pequeño, subió corriendo y se tiro solito unas cuantas veces...o unos cuantos cientos! que no había quien le sacara de allí.
Por fin, gracias al olor a hamburguesas a la parrilla pudimos despegarles de allí y llevarles a la zona de avituallamiento donde se comieron su correspondiente hamburguesa con patatas con bebida, más helado con pachuches a tutiplén. Mientras comíamos vimos a un payaso que estaba haciendo figuras con globos, así que en cuanto tuvieron oportunidad, los warriors fueron para allá, para que les hiciera un par de sables y un par de pistolas, con las que estuvieron jugando el resto de la tarde.
La cosa estuvo muy bien. Los papis tuvimos oportunidad de ver y charlar con unos cuantos compañeros de papá y sus respectivas parejas/niños y el tiempo se pasó volando! Cuando quisimos darnos cuenta ya eran las nueve, y decidimos poner rumbo a casa despues de un día agotador....
Al día siguiente Samuel se fue con su amigo William a pescar (sí, sí, con caña y todo) a un pueblo pesquero al norte de Dublin que se llama Skerries, estuvo desde las 2 de la tarde hasta casi las nueve y media de la noche (desafortunadamente no tenemos "documento gráfico"...). Segun me contó más tarde la mama de William, la cosa estuvo muy bien, aunque ya tarde Samuel se puso malito y estuvo un poco bajo de ánimo...sería porque no pescaron nada? Ya llego dormido a casa, así que no nos pudo contar nada hasta la mañana siguiente que nos contó que le gustó eso de pescar y que quiere repetir la experiencia. Bueeeeno, pues tendremos que probar!
El domingo habíamos quedado para ir a una barbacoa en el parque de Newbridge (el que tiene los columpios tan chulos). Llegamos tarde, porque Samuel y yo seguíamos un poco malitos del estómago del día anterior (resultó ser un virus estomacal que nos pegó a Samuel, Martín y a mí durante la tarde noche del sábado, con vomitonas incluidas). Pero dicen que más vale tarde que nunca...el tiempo que estuvimos lo aprovechamos al máximo.
Los que fuimos a la barbacoa: los mismos de siempre: los Torre con Dany y Emma, los Sperl con Sophie e Isabelle y los Lebedev que últimamente se han unido al grupo: Anatoly, Karen y su hijo Igor. Faltaron Mila Lino y las niñas que tenían otros planes para el domingo.
La cosa estuvo muy bien: los niños jugaron juntos durante bastante rato y también comieron bien (ensaladitas, salchichas hechas a la barbacoa, pastel de chocolate de día del padre...): menú variado y completo.
Luego, por supuesto, también estuvieron un rato en los columpios antes de enfilar para casa, que era domingo y al día siguiente había que madrugar. Samuel consiguió subirse hasta arriba del todo en la tela de araña (nunca lo había hecho antes) así que estaba encantadísimo.
En resumen, fin de semana de no parar, casi todo el tiempo al aire libre aprovechando el poco sol que nos esta dejando este verano dublinés del 2011. Esperamos resarcirnos en la playa/montaña cuando vayamos para la península ibérica...
