El fin de semana de San Isidro tuvimos la visita de nuestra amiga Christelle y su chico Nacho. Venían a hacerse una primera impresión de la ciudad, porque a medio plazo les gustaría venirse a vivir aquí!!!! (bien! ya hemos engañado a los primeros....).
La verdad es que el finde estuvo estupendo, aunque se nos hizo muy muy corto. Ellos vinieron el jueves por la noche; el viernes por la tarde nosotros tuvimos sesión de decoración interior, colocando literas y organizando la habitación de los niños, mientras ellos se fueron solitos a conocer la ciudad, y a hacer unas fotos chulísimas - algunas se las he "robado" y las he incluido en nuestro montaje. Nos encontramos ya por la noche: fuimos a recogerles al hotel y les llevamos a cenar a Milanos - no había nada preparado, y teniendo en cuenta que venían los niños, nos pareció una opción maja. No sabíamos lo que nos esperaba: un ladrón de teléfonos móviles sentado justo al lado de nuestra mesa, el robo del tfno de Manuel, persecución de película de la víctima cuando se da cuenta de que le han birlado su juguete, recuperación milagrosa del susodicho, llega la poli, preguntas....... y al final pastel de cumple de Christelle, porque le caían 22... o 23.
Claro, con todas estos episodios, nos fue bastante complicado convencerles que Dublin es una ciudad segura y tranquila en la que la policía no necesita llevar pistola y las casas no tienen alarmas. parece que al final coló, pero después de bastante esfuerzo (y es que tenemos muchas ganas de que se vengan para acá!).
Después de tantas emociones, al coche y para casa, a dormir y tomar fuerzas para el sábado, que iba a ser un día completo.
El sábado amaneció precioso, así que improvisamos y cambiamos el plan inicial de desayunar Irish breakfast en el Hobarts por tostadas francesas en la terraza del Avoca - y creo que el cambio de última hora fue acertado. El rato estuvo genial! la temperatura estupenda, los niños desfogaron y se cansaron y los demás disfrutamos de un poco de naturaleza en "el jardín de Dublin" (así llaman al condado de Wicklow, donde está este restaurante).
Después del desayuno - que fue mas brunch con tertulia posterior - tiramos hacia el sur, Bray y Greystones, donde paramos a dar un paseo por la playa y a recorrer el pueblo, que estaba lleno de gente en las terrazas de los mil y un cafes y restaurantes que hay en la calle principal. Visitamos una pastelería (demasiada tentación como para pasar de largo), compramos uvas para los niños en una tienda de productos orgánicos y luego de vuelta a Dublin, al Wagamama (Nacho tenia antojo) a comer esas cosas tan ricas con nombres tan difíciles.
A eso de las 7 de la tarde salíamos del restaurante con la tripa demasiado llena. Christelle y Nacho se fueron caminando al hotel y nosotros a casa a descansar un poquito.
El domingo, fue más tranquilo: les invitamos a casa a comer frijoles charros y ensaladita fresca que comimos EN LA TERRAZA (qué tiempo más bueno) y luego les tuvimos liados intentando oraganizar la vuelta (la nube de cenizas hizo que su vuelo se cancelara)...
En resumen: finde estupendo. Les tenemos casi en el bote (son facilísimos de engañar) y NOS ENCANTO poder verles de nuevo otra vez (y es que Christelle es un encanto, que ya conocíamos y Nacho es un encanto de nueva adquisición :-)).
Chicos: esperamos veros otra vez muy prontito, en Kstefa, en vuestra Barceloneta del alma o en Dublin, pero prontito! Habéis superado la prueba y sobrevivido a los warriors, y encima queréis volver..... impresionante
Aquí os dejo "el documento gráfico" para la posteridad, espero que os guste tanto como a nosotros prepararlo. Esperamos que sea el primero de muchos que preparemos cada vez que pasemos un finde juntos.
Un besote fortísimo a los dos
