En los Botanic Gardens de Dublin

Llevamos unos cuantos fines de semana en los que el cielo está limpio, sin nubes y con un sol que, aunque no calienta, nos permite hacer mil cosas al aire libre sin llegar a casa como "sopas".

Con permiso de gripes, toses, mocos y demás que nos llevan persiguiendo desde que Martín empezo a ir a la guardería, durante estos días hemos hecho un montón de excursiones a la playa, a la montaña, a conocer pueblitos todavía inexplorados, a desayunar en restaurantes con terraza (uuaaauuuuu)...

Una de esas, fue la excursión que hicimos al Jardín Botánico de Dublin, en un barrio que se llama Glasnevin.

Desde hace ya un tiempo queríamos ir, pero necesitábamos sol y una fecha cercana a la primavera, asi que el finde pasado, en cuanto vimos que no había nubes en el cielo, metimos fruta, agua y unos sandwiches de pavo en nuestra nevera de viaje y para allá que nos fuimos.

No nos defraudaron, todo lo contrario! Los invernaderos son preciosos, con todo tipo de plantas de clima más templado, y, aunque fuera no habian florecido muchas de las especies, no nos importó, porque simplemente el paseo no llenó los pulmones de oxígeno del bueno y los músculos de energía.

A Samuel le encantaron las ardillas y los patos, porque no se asustaban tan fácilmente y se les podía dar de comer. Marmota Martín se pasó durmiendo tres cuartas partes del recorrido, así que no se decanta :-)

Pasamos toda la mañana por allí, paseando y jugando entre arboles, plantas, flores y bichos. Luego, a comer al Spurs del centro comercial de Liffey Valley (sobre eso no comento porque no merece la pena, creedme) y a dormir una larga siesta reparadora en el coche camino de casa.

Nos encanta Dublin con sol! Y nos encantan todos sus parques y jardines, así que este no podía ser una excepción: nos hemos prometido volver cuando hayan florecido las rosas y demás flores de primavera, porque entonces el paseo debe ser simplemente espectacular!

Os dejo unas fotitos para que os hagais una idea, aunque es uno de esos sitios que hay que conocer en persona!

Martín el parlanchín

El fin de semana pasado por fin pudimos grabar a Martín charloteando al levantarse (muerto de hambre, como siempre).


Os pongo en situación: sábado 8:30 de la mañana; Martín lleva despierto ya más de media hora y está el pobre que se come los muñones, así que despierta a los afortunados que todavía estaban dormidos (Samuel y papá) y sale pitando a la cocina que - él ya lo sabe- es donde están las cosas interesantes de la casa.

Papá viene detrás y le sube a la encimera mientras le prepara el desayuno:

papá: "Que quieres Martín?
Martín: "tletle"
papá: "leche y cheerios?"
Martín: "chiiirios"
papá: "para Martín?"
Martín: " Baaaaaa-tin"

He aquí la prueba (para llegar a escucharlo, haced click en el link, y en el siguiente que os indicarán...)

PINCHAR AQUI---> LINK MARTIN CHARLANDO

Y vosotros diréis (y con razón): pues tampoco es ninguna novedad que el niño empiece a hablar... si tiene ya año y medio la criatura! pero es que nos hace ilusión oirle sus primeras palabrillas...bueno, aparte de papá, mamá, uel (Samuel) y alguna más que se tiene ya muy trilladas. De aquí a nada nos recita el Quijote - o el Ulises - de memoria ;-)

Supongo que cuando sea más mayor le hará gracia escucharse, así que se lo ponemos fácil: sólo tiene que conectarse al blog familiar.

Mañana más historias...

Fin de semana de primavera en Dublin II

Como decia en nuestra anterior resenia, el domingo tambien hizo mucho sol.

En cuanto nos levantamos y desayunamos decidimos ir a explorar nuevos parques de la ciudad, y acabamos en el de Ballawley que esta entre Dundrum y Sandyford, al sur de Dublin (muy cerquita). Ya le habíamos echado el ojo varias veces, pero nunca había surgido la oportunidad de visitarlo, así que para allá que nos fuimos.

El parque resultó ser bastante majete: muy grande para pasear tranquilamente y con dos zonas infantiles con columpios y "artefactos" varios para los peques, que explotamos a fondo con Samuel y Martín.

El día no defraudó y el sol estuvo brillando todo el tiempo, aunque seguía haciendo bastante fresquete, pero los enanos pudieron montarse en todo lo que quisieron.

A mediodía tiramos para casa a comer algo calentito y después siestón de los largos, para prepararnos para la larga semana que se avecinaba....



Dicen los pronósticos que este fin de semana (el que empieza hoy) tenemos encima una ola de calor y el termómetro va a llegar hasta los 17C (guauuuuuu), así que ya tenemos preparados los biquinis y los cubos, palas chanclas, protector solar y heladitos en la nevera, aunque si las previsiones se cumplen, el calor no nos va a dejar salir de casa!

Seguiremos informando.....

Fin de semana de primavera en Dublin

No se cuánto tiempo llevabamos sin actualizar el blog... bueno, en realidad sí lo se porque todas las reseñas tienen su fecha, pero casi que me da vergüenza echar cuentas.

Y es que el trabajo en la oficina y el trabajo en el ordenador de casa estan bastante reñidos! Menos mal que este fin de semana los hermanos Tova (los grandes: Manolo y Gerardo), me han dado un respiro con los hermanos Tova pequeños (Samuel y Martín) para que me dedicara a pegarme con las fotos de esta reseña, que quería organizar un poco. Y después de estar horas y horas luchando contra un nuevo software de presentaciones que he conseguido, al final lo he dejado por imposible y sigo utilizando las aplicaciones que el Mac trae por defecto.... y es que creo que Dios no me ha llamado por el camino de la informática de gestión, qué le vamos a hacer.

Bueno, al grano: el finde pasado hizo sol de los de verdad en Dublín; no calentaba ni un poquito, pero era grande y limpio, de los de foto. Soplaba un poco de viento, así que el sábado por la mañana decidimos irnos a volar la cometa de Samuel (la que le regalo su amiga Sophie que tiene forma de avión).

No teníamos muy claro a qué playa ir, asi que decidimos tirar para el sur, a una mini playa que hay pasado Dun Laoghaire, justo donde sale el camino peatonal para ir a la torre de James Joice. Es una playa muy chiquitilla, pero está estupenda porque la gente no va a pasear por allí y se puede volar la cometa sin temor a sacarle un ojo a algun paseante dominguero (o "sabadero" en este caso).

Llegamos allí a media mañana, justo la hora a la que Martin duerme la siesta en la guarde, así que, por supuesto, se durmió en el camino. Para no aguarle la fiesta al pobre Samuel que estaba de lo mas ilusionado por volar su cometa, decidimos dividirnos en dos grupos: el A (papá y Samuel) fueron a volar la cometa y el B (mamá y Martin) se quedaron en el coche.

Desde el coche pude tomar unas fotitos que os cuelgo para que veáis que chula es la cometa.

Martín estuvo dormido todo el tiempo! Y solo se despertó cuando papá y Samuel volvieron al coche para ir a comer al Milano de Dun Laoghaire, un poco de pasta y unas bolitas de masa de pizza (dough balls) que Samuel y Martín se comen a puñados!




Por la tarde, con la tripa llena, nos fuimos para casa a jugar con los coches en la "alfombra de carreteras" y a descansar.

Ya por la noche, cena ligera, a ponernos el pijama, un cuento (esta vez tocó Romeo el bombero) y a dormir:



El domingo volvió a amanecer soleado... y eso sí que es noticia por estos lares, así que no dudamos: nos vestimos y nos fuimos a buscar un parque con columpios para pasar un rato. Pero esta historia la dejo para la siguiente reseña, que sino no publico nunca!

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