A ver si no se nos olvida nada... porque este año ha sido intenso y ahora que me pongo a escribir me estoy dando cuenta que hemos hecho muchas cosas que se pueden contar y un montón de fotitos (una mejores que otras, claro, porque parece que ninguno hemos salido a Doisneau - tenemos otras muuuuuchas virtudes, pero la fotografía.... )
La última reseña que escribimos fue a mediados de abril. Os contábamos como nos habían ido las vacaciones de Semana Santa... bueno pues las actividades vacacionales no se acabaron ahí, porque unos días después nos fuimos a trrrrrrrrrrrrrrrr (redoble de tambores) LEGOLAND!!!
Era un regalo de comunión adelantado para Samuel, pero claro, no le mandamos solo con los donuts y la cartera: nos fuimos los cinco (ahí está, con un par y haciéndole una pedorreta a la crisis) los warriors, Edu, papá y yo.
Esta vez íbamos de "expertos en la materia" (=de listillos), y es que pa chulos chulos, nosotros, claro. Hicimos hasta un plan la noche anterior en el hotel (por cierto, el Hilton! con pisci y jacuzzi, no te digo mas, porque nosotros lo valemos... y porque había una oferta súper buena de hotel + entradas al parque de estas que hay que pillar al vuelo)
Bueno a lo mío - hicimos un plan la noche anterior: el primer día iríamos primero a las atracciones que mas nos gustan para evitar colas y ya después de las chulas, empezaríamos por orden a visitar cada mundo.
El plan sobre el papel era perfecto, pero la ejecución, bueno... ya sabéis para lo que sirven los planes, no? para no cumplirlos: la ejecución no se realizó exactamente de acuerdo con lo hablado (y eso que habíamos sincronizado relojes y todo!):
La primera atracción del plan era la montaña rusa del Dragon en el castillo. Ibamos a hacerla una vez y luego pasar al mundo submarino. Creo que fueron cinco o seis las veces que nos montamos y si hubiera sido por los warriors, aun estaríamos allí subiendo y bajando (a lo mejor fueron mas, pero con tanto trajín, a mi se me fue la pinza y dejé de contar. Menos mal que aun nos queda algo (poquito) de autoridad a los adultos y nos negamos a mas...por lo menos el primera dia.
En una de estas, papá se quedó abajo y nos grabó: he ralentizado el momento en el que pasamos por delante para que nos veáis (somos los cuatro del primer coche del tren):
Así que a regañadientes nos fuimos al mundo submarino (Atlantis), que solo hicimos una vez (bieeeeen), pero en el que nos entretuvimos un poco mas porque Martin se perdió (menos mal que en su cabecilla, aparte de McQueenes, tortugas Ninja y los pasos del baile de Gangam style, todavía queda un hueco para el sentido común y se fue a uno de los cuidadores del parque a decir que se había perdido y le dio su nombre. Por supuesto nos llamaron por megafonía - yo para entonces ya tenía los pelos como escarpias y corría de un sitio a otro gritando su nombre como una loca...).
La otra atracción súper estrella de Legoland es la exposición de Star Wars, y nosotros aquí teníamos ventaja, porque íbamos con doctores en la materia (Samuel y Edu) que nos fueron contando una a una cada una de las escenas representadas en la exposición. Se las saben todas, eh? me pregunto como sería su vida si aplicasen la misma dedicación en hacer deberes... quedará como un misterio sin resolver.
Y vaya pedazo Halcon Milenario se han marcado los de Lego...me rio yo del de Han Solo: espectacular, con lucecitas y musica incluidas, no te digo mas:
...Pues ya casi todo lo planeado estaba hecho (se nos había ido gran parte del día) y ahora quedaba explorar nuevas atracciones, como el Laser Raider en el Mundo de los Faraones que fue todo un descubrimiento, por cierto, porque no hay nada como darle a un chico -de cualquier edad- una pistola laser y colocar unas cuantas dianas: se vuelven locos!.
Nos encantaron algunas actuaciones en distintos puntos del parque, y claro claro, la sala de video juegos. Conocimos algún cafetito especializado en "donuls": a regañadientes tuvimos que llevar a los warriors a comer "donuls", porque si por ellos fuera, no se comerían mas que frutas y verduras...
Nos encantaron algunas actuaciones en distintos puntos del parque, y claro claro, la sala de video juegos. Conocimos algún cafetito especializado en "donuls": a regañadientes tuvimos que llevar a los warriors a comer "donuls", porque si por ellos fuera, no se comerían mas que frutas y verduras...
El segundo día se paso visitando mundos nuevos, como Mini Land, un mundo en miniatura hecho de piezas de lego, bastante curioso (no pongo fotos porque ya he puesto muchas y Blogger no me deja subir mas, lo siento). También revisitamos momentos estelares del día anterior y la cosa dio para poco mas... desde el parque nos fuimos directamente al aeropuerto y de ahí a casita.
Buen regalo de comunión si señor, que pudimos disfrutar todos en familia
Ahora a pensar el regalito de comunión de Martín, no nos vaya a pisar el toro!
