El día 14 de Mayo hizo la Primera Comunión el primo Jorge, y no nos podíamos perder la oportunidad de pasar con el un día tan importante, así que nos montamos en "el avión verde" (Samuel y Martín directamente han hecho suya Aer Lingus, o por lo menos los aviones que cubren la ruta Dublín-Madrid-Dublín) y para allá que nos fuimos.
Como era de esperar, el día estuvo estupendo! Tía Cris estaba un poco nerviosa por el tema del clima, porque la cosa estuvo fea los días anteriores: ahora llueve, ahora hace un sol que no hay quien pare, ahora vamos a llamar a Noe y que saque el arca porque esto huele a diluvio...bueno, los que conocéis Madrid ya os hacéis un poco a la idea de lo que estoy contando porque no es nada nuevo en esta época del año.
Pero al final, como la familia Velasco Guerrero tiene bastante enchufe con "el de arriba" - no es casualidad, que se lo curran mucho!- pues el sol se portó, e hizo una mañana preciosa: calor, sin agobios y ni una nube en el cielo (hasta yo me quité la chaqueta a ratos). La mamá del protagonista estaba encantada.
La ceremonia fue emotiva y la celebración muy agradable. Buena comida y muchas risas. Jorge estaba felíz! Los warriors también se lo pasaron estupendamente...sobre todo Martín, que estuvo durmiendo hasta diez minutos antes de irnos. Menos mal que se despertó a tiempo y volvieron a traerle comida; la abuela Pili se encargó de ayudarle a comérsela, aunque la verdad es que no necesitó mucha ayuda: se lo zampó todo en un plis plas. Era curioso verle dormir plácidamente mientras a su alrededor había un jaleo increíble...hasta le grabamos un video cuando Jorge cortó la tarta: todo el mundo gritando, aplaudiendo, gritando...y Martín durmiendo!
Samuel también se lo pasó muy bien. Era el más pequeñajo y a veces se quedaba un poco "colgadillo", pero le encantaron los columpios y el castillo hinchable que pusieron en el patio. El mago que actuó casi al final puso la guinda a una tarde completa.
Acabamos todos rotos (bueno, unos más que otros, que en estas ocasiones la edad ya empieza a pesar)... con ganas de llegar pronto a casa y descansar un ratito.
Supongo que los que estamos lejos disfrutamos ahora más de estas celebraciones, porque nos dan la oportunidad de ver a toda la familia al mismo tiempo sin los agobios habituales de "hoy con éste y mañana con el otro, pero no nos dará tiempo a ver a nadie más...." que solemos sufrir cada vez que vamos para allá. Esta vez solo nos falló el ver a alguno de los amigos, pero es que todo en un fin de semana se hace imposible.
Estábamos esperando que tía Cris nos mandara más fotos de la comunión (nosotros no hicimos muchas) para publicar la reseña, pero parece que va a tardar un "poquito" así que con las que hicimos nosotros os hacéis una idea-de momento- de cómo fue la cosa. En cuanto tengamos todas, hacemos el montaje. De momento cuelgo un par mas, que me gustan mucho: Samuel con mama y los abuelos...
Martin "a lo suyo":
Y papá y mamá relajados disfrutando de la velada:
Espero que entre las fotos que nos mande Cristina haya alguna del "protagonista" en la que no este todo descamisado... (aunque en esta con los abuelos estaba bastante formalito)
El domingo volvió a amanecer soleadísimo así que nos fuimos con tía Alice al centro, a disfrutar un poco de la fiesta de San Isidro. No habíamos visto terminadas las obras del Parque de la Arganzuela ni el Puente del Tirabuzón y nos encantó cómo ha quedado la zona. Las áreas infantiles son espectaculares y los warriors las disfrutaron de lo lindo por la mañana. Les encantaron los toboganes gigantes justo al lado del puente. Primero se tiraban por separado, pero es que Martín pesa todavía demasiado poco y el pobre "volaba" cada vez que llegaba abajo
Así que luego decidieron tirarse juntos...se agarraban el uno al otro para ser algo más pesados:
Bueno, a los mayores también nos gustaron bastante (que quede entre nosotros...)
"Algunos" bajaban con los warriors para disimular :-)
Después un polo para quitar la sed y el calor....
bueno, uno cada uno claro!
y luego a comer a un restaurante peruano de la zona (ceviche, pollo asado, ensalada...) y una buena siesta después - no se le puede pedir más a la vida...
Desafortunadamente el lunes tuvimos que volar de vuelta a casa (la verdad es que a Samuel y Martín les da pena dejar Madrid, pero siempre se alegran de volver a casa) y el martes cada uno a su cole particular. Dicen que lo bueno si breve dos veces bueno, y en este caso el dicho se ha cumplido a la perfección!
