...Es lo que tiene, cuando tienes churumbeles, los tienes que llevar contigo a todas partes, sobre todo si vives lejos de casa, así que las celebraciones de pareja se hacen cuando se puede
Nos lo hemos tomado con filosofía y buen humor: el fin de semana romántico que queríamos pasar para celebrar nuestro décimo aniversario se ha convertido en un fin de semana familiar visitando el zoo de Cork....¿igual que estar los dos solos disfrutando del sol de alguna isla paradisíaca? pues..... ¿Nos lo pasamos bien? Sí, claro que sí!, Tendremos que dejar los romanticismos para el vigésimo aniversario :-)
El viaje a Cork salió muy muy bien. Nos dio tiempo a hacer lo que queríamos hacer y a descansar así que estupendo.
El sábado lo dedicamos casi exclusivamente al zoo. En realidad no es un zoo tradicional, es un recinto donde muchos de los animales están sueltos y tienes la posibilidad de verlos muy de cerca sin casi barreras de por medio. Vimos por ejemplo a varios canguros echándose la siesta sin ni siquiera inmutarse por los humanos que pasaban a su lado (curiosísimo):
Vimos de cerca a avestruces
Zebras, bastantes jirafas.....
Aprendimos que las jirafas tienen que abrir las piernas cuando quieren comer hierba del suelo. Seguro que lo estudié en el cole, pero la verdad es que no me acordaba!
Vimos pavos reales que querían entrar en el restaurante,
monos que no paraban de hacer trastadas y un montón de cosas más.
Por supuesto no faltó el ratito en los columpios del parque y el paseo en el trenecito (por cierto, que el conductor iba a toda leche).
A eso de las 5, ya machacados salíamos del parque helado en mano.
Vaya día chulo! Nos encantó. Después un paseo por el centro de Cork, que por cierto es muy bonito, además hacía sol y la temperatura era muy agradable. Cenamos fenomenal en un italiano majísimo y ya con los estómagos a punto de reventar, pusimos rumbo al hotel para descansar cuerpos y almas....
El domingo salió muy irlandés: con rachas de lluvia, seguidas por rachas de viento, calma, lluvias de nuevo y volvemos a empezar. Nos costó un poco levantarnos, así que Samuel y Martín tuvieron que vestirse solitos mientras nosotros preparábamos el equipaje.... como veis en la foto, a Martín todavía le falta un poco de práctica en eso de vestirse solito. Bueeeno, habrá que seguir practicando!
Después de desayunar en el hotel, decidimos ir a Kinsale, un pueblecito pesquero, muy turístico que está a unos 25 kms al sur de Cork. Cuando llegamos allí el pueblo nos encantó: precioso, casitas de colores, calles estrechas que suben y bajan, un montón de hoteles y restaurantes con encanto... pero la lluvia no paraba, así que, por decir que habíamos caminado un poco, fuimos del coche corriendo a un café a que Martín se comiera un sandwich de bacon con queso (media hora escasa después de desayunar...).
La verdad es que ver pueblo no vimos mucho, pero nos echamos unas risas en el café: Martín nos contó que en el colegio les han enseñado a representar a las algas del fondo del mar:
Entre Samuel y Martín nos hicieron una representación completa de las profundidades marinas:
Y hasta papá se animó! Martín le enseñó los movimientos básicos. Se nota que es más amateur que Martín, pero yo creo que si ensaya, puede unirse a la representación grupal, ¿verdad?
Ya por último, el truco más impresionantemente cochino de Samuel en vivo y en directo: la leche mágica (sin comentarios por mi parte)
Pues allí estábamos nosotros entre representación y representación echándonos unas risas, pensando que pasábamos desapercibidos, cuando nos enteramos que el dueño del café es malagueño!!! -Por cierto, que habló maravillas de Archidona: el pueblo más blanco y mejor cuidado de todo Málaga. Ya todo Kinsale sabe que se nos va un poco la pinza (que se nos cae la pinza, como dice Samuel).
Después de nuestras grandes actuaciones en el café de Salvador, en Kinsale, corriendo al coche (porque seguía lloviendo sin parar ) y a casa a Dublín... tres horitas de coche.
Un fin de semana completo. No muy romántico, la verdad, así que nos guardamos la celebración del décimo aniversario para una mejor ocasión.