En la reseña anterior ya conté que regresamos a Dublín a finales de Agosto...
Y ya en Dublín celebramos el cumple de Samuel. Primero en familia (Alice y Edu ya se habían incorporado al grupo) y luego con los "colegas".
El día de su cumple fue tranquilo: por la mañana papá se fue a la oficina y Martín al cole. Coincidió que esa misma tarde, la guardería de Martín organizaba una barbacoa para los niños y sus familias, así que allí empezó la celebración.
Primero Martín y sus colegas nos deleitaron con una canción en inglés y otra en francés...bueno, lo que se dice cantar, Martín no cantó mucho (o nada), pero sí estaba sentado allí con los demás y se lo pasó bien.
Luego alguna fotillo de Martín con su amigo del alma, Lucas:
y también con Samuel y después al jardín a zampar salchichas, hamburguesas, patatas asadas y todo lo que nos preparó el cocinero (estupendísimo, como siempre). Los warriors estuvieron jugando en el jardín un rato hasta que se puso a llover;
entonces decidimos ir a buscar a papá que el pobre seguía en la oficina.
Una vez estuvimos todos juntos nos fuimos a cenar (sí, sí, acababamos de comer salchichas, hamburguesas, patatas, ensalada y más cosas ricas, pero era el cumple de Samuel), y elegimos el Mao en Dundrum: un asiático muy majete en el que normalmente siempre hay sitio (tiene dos pisos). Dicho y hecho - fuimos y había sitio. Hicimos un poquito de hueco en nuestros estómagos y a engullir la cena.
Ya merendados y cenados, encaminamos nuestros pasos hacia casa (la verdad es que ya casi íbamos arrastrándonos...) para comer el pastel de cumpleaños!!!, más concretamente LOS pasteles de cumpleaños (había dos).
Samuel apagó las velas, todos le cantamos el cumpleaños feliz e hicimos las fotos de rigor para el álbum. Estaba encantado de la vida!
pero creo que tarta no comió nadie...imposible! Al día siguiente todos nos la desayunamos con un café.
El sábado decidimos hacer algo especial. Samuel llevaba tiempo pidiendo que nos montáramos en "el anfibio": un vehículo anfibio que una empresa local utiliza para hacer tours por la ciudad... y por sus canales (se mete en el agua) - luego supimos que tienen 8 vehículos de este tipo, construidos todos en la Segunda Guerra Mundial!. La ciudad ya la conocemos, pero el tour es especial porque te dan cascos de vikingo (Dublín se construyó sobre un asentamiento vikingo bastante importante) y te pasas el camino asustando a los peatones a "grito pelao" siguiendo instrucciones del guía - así contado parece un poco bruto, pero al natural es muuuuy divertido, la verdad.
Así que nos fuimos todos tempranito a montar en el anfibio...y todos salimos encantados! Gritamos, nos reímos, asustamos al personal y aprendimos un montón de cosas de Dublín que no sabíamos antes, así que la cosa no pudo estar mejor. Además el cumpleañero lo disfrutó como el que más!
Os dejo un vídeo del momento en que el guía nos enseña a gritar como vikingos. Mirad qué cara de felicidad lleva Samuel y el susto que se mete Martín cuando el hombre grita para que nosotros lo hagamos igual:
Pero cuando se acostumbró al jaleo, gritaba como el que más! Aquí está la prueba:
Creo que Samuel acabó encantado de cómo habíamos pasado el día de su cumple...y el día siguiente!
El 2 de Septiembre le tocó el turno cumpleañero a la tía Alice. De nuevo por la mañana papá y Martín tuvieron que cumplir con sus obligaciones correspondientes, pero por la noche, para celebrarlo no nos rompimos la cabeza: nos fuimos a cenar!
Esta vez elegimos el Juniors: un italiano que hay al lado de casa que tiene fama por sus excelentes pizzas (nosotros las hemos probado ya varias veces y nos encantan!). Como siempre la cena estaba estupenda y, también como siempre, salimos con los estómagos a punto de reventar. Antes, todavía en el restaurante, tomamos algunas fotos para inmortalizar el momento.
Llegados a casa y, siguiendo la tradición...el pastel! un apple crumble pie que Alicia misma se compró en Queen of Tarts (una pastelería en Dublin 2 que es un seguro de vida, porque todo lo que hacen está espectacular).
Esta vez, la decoración de la tarta fue más original. En realidad la decoramos dos veces! Una vez sin vela
y la otra con (aquí ayudó Samuel):
La foto está un poco borrosa, pero había que ponerla...la tarta quedó graciosa con el toque personal del peque.
Parece mentira, sí, pero es verdad: todavía no habíamos acabado las celebraciones! Al día siguiente celebramos de nuevo el cumple de Samuel, esta vez con sus amigos (en total eran 18 incluyendo a Samuel y Martín).
El sitio que elegimos: un local donde hay juegos en plan laberintos, toboganes, piscinas de bolas y demás (acierto seguro con niños de esta edad). La cosa estuvo muy bien y los enanos se lo pasaron en grande - estuvieron casi dos horas dando brincos por todas partes y luego al comedor a por la merendola: pollo/hamburguesa o salchichas con patatas y agua + pastel de cumple. Es gracioso cómo les llevan al comedor: les ponen a todos en fila y tienen que hacer el tren hasta llegar a la mesa. El pobre Samuel se tapaba los oídos porque su amiguete Zaza (que estaba justo detrás de el) se tomó el papel de locomotora muy en serio y nos dejó un poco sordos a todos :-)
Por supuesto hubo soplada de velas del pastel que le trajo la mascota del sitio, una especie de triceratops azul verdoso con topos morados! sí, sí, ya se: totalmente surrealista,...
Por cierto, tía Alice estuvo gran parte de la tarde ejerciendo de niñera de Freddie, el hermanito pequeño de William: un bebé enorrrme y bastante bueno. Creemos que al final la tía se quedó con ganas de traérselo para casa...
Después del fiestón, a casa a ver todos los regalos que le habían hecho los amigos...a cual más chulo
y luego a la cama.
Vaya dos semanas de celebraciones, gritos vikingos y comilonas impresionantes que nos pasamos.... y cómo las disfrutamos!!!
Aquí os dejo con los montajes: el primero es el de la fiesta de cumple - la canción: un clásico que Samuel descubrió este verano cuando estábamos en España y ahora no deja de cantar. La calidad de las fotos y de los vídeos no es muy buena, pero tendréis que "aceptar pulpo" porque estas fotos no se podían quedar perdidas en el disco duro...demasiado importantes!
En el otro estan todas las demás fotos que tomamos esos días... la canción es la que en la última semana llevamos a todas horas en el coche, a petición de los warriors - para que luego digan que sólo les gusta la música demasiado comercial :-). Espero que os guste tanto como a nosotros!
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