Bueeeeno, pues ¡ya estamos de vuelta!
Cuando nos fuimos pensábamos que las vacaciones iban a durar eternamente pero no, ya se acabó ¿qué le vamos a hacer?. Por cierto, el que inventó aquello de "lo bueno, si breve dos veces bueno" debía andar dopado ese día.
Ya casi quedan en el olvido los juegos en la playa con Pepe,
los paseos vespertinos para comprar el heladito,
la feria...
Ya hemos vuelto a casa, (que no a la rutina), y ahora estamos haciéndonos a las nuevas actividades que nos esperan hasta que empiece el cole: limpieza, embalaje, mudanza, desembalaje, más limpieza, ordernar casa, ir a Ikea, otra limpieza (dichoso polvo de obra!), otra vez a Ikea, ¡a la ferretería! y bueno, esas cositas. Aunque lo primero será que nos la terminen de arreglar, porque la cosa no está terminada de momento
Aparte del tema "casa" y todo lo que trae consigo (que es mucho), nuestra vida ha vuelto más o menos a la normalidad: tardes de juegos con la banda del moco (con los que hay, que no son todos),
jornadas de juegos y café con los Torre,
paseos en bici, en patinete, mañanas de piscina y... lluvia, lluvia casi siempre.
Tenemos al tío Tato de visita con nosotros y hemos ido a conocer con él un par de sitios nuevos para desayunar. La cafetería donde se dice que preparan las mejores crepes de Dublin (se llama Lemon) y otro cafetito, escondido en el barrio de Portobello donde sirven "huevos rancheros" con todas las comillas del mundo, porque sí, eran huevos, no sabemos si de rancho, pero no eran ni parecidos a los huevos rancheros que nos esperábamos... aún así, el plato de papá quedó reluciente en un momento, así que suponemos que estaban muy ricos.
Pronto más...
1 comentarios:
Bueno, al menos el moreno de las vacaciones durará por largo tiempo en la piel de los Warriors.
GUAPÍSIMOS!!!!!!
Tía Alice
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