Cuento de Navidad

Erase una vez hace mucho mucho tiempo, en un pueblo perdido en la Tierra Media, un hombre muy bueno y piadoso llamado Manny O'Tova. Manny vivía de forma humilde con su esposa Laurel y su hijito Maartens y trabajaba de sol a sol para los señores de la aldea, los hermanos Sir Lawrence y Sir Gey MacGoogle, dueños de todas las tierras en kilómetros a la redonda.

Se acercaba Navidad y Manny estaba muy apenado porque sus hermanos, hermanas y demas parientes vivían lejos de su aldea y tampoco este año tendría la oportunidad de pasar con ellos esos días tan especiales. Estaba feliz de poder disfrutar de su esposa y del pequeño Maartens, pero no podía olvidar la pena de no ver al resto de su familia.

La noche anterior a Nochebuena, cuando ya los O'Tova estaban acostados, recibieron una visita de lo mas inesperado: un hada de cuerpo menudo y un precioso pelo negro cubierto por un curioso gorrito de dos picos a rayas negras y naranjas. Manny se despertó al notar las palmaditas que le dio en el hombro:

- Hola Manny, no te asustes. Soy Alma, tu hada madrina y vengo ayudarte. Tus papas y demas seres queridos que velan por ti en el cielo me han dicho que andas muy triste y me han pedido que maquille de felicidad tu vida en estas vacaciones de Navidad, para que se conviertan en las mas felices que has pasado en muuuchos años. Manny, yo quiero que así sea, pero no puedo quedarme contigo durante toda la Navidad porque he de cumplir ciertos compromisos lejos de aquí, camino del Sur, en Iberia, así que he traído a mis tres discípulos mas aventajados para que hagan de estos días el recuerdo mas especial para ti y los tuyos.

Mis discípulos son Corripius, Edulin y Samuka; cuando les conozcas descubrirás sus habilidades y la forma en que las van a utilizar en tu beneficio.

Y así fue como Manny conoció a estos duendecillos que cambiarían su vida para siempre. Menudos, de ojos vivos y chispeantes y ataviados con unos gorros muy similares al de su maestra Alma, también de llamativos colores que les daban un toque muy divertido.

El duende de estatura mediana fue el primero que hablo, con voz clara y un acento indefinido, sin duda de algún país lejano, allende los mares: Buenas noches O'Tova, mi nombre es Corripius y tengo la facultad de transportar a las personas a otros tiempos y lugares con mi palabra, a través de historias fantásticas e inverosímiles que te harán dejar atrás la triste realidad y embarcarte conmigo en un viaje perfecto a un lugar ideal....

Te presento a mis dos compañeros, y señalando al mas alto dijo: este es Edulin, tiene la facultad de pintar con sus dedos maravillosos paisajes o ciudades llenas de vida o mansiones espectaculares en los mas bellos parajes que tu imaginación pueda desarrollar. Una vez terminados, sus dibujos cobran vida y se hacen realidad!. Cualquier lugar al que yo te transporte con mis historias, el lo hará realidad con sus pinturas para que tu vivencia sea completa.

Volviendose al menor de los tres, Corripius continuo con su discurso: este es Samuka; es el menor de los tres en tamaño y en edad, pero no creas que por ello sus habilidades son menos efectivas... cual flautista de Hamelin, el es capaz de atraer con su encantadora voz infantil a cualquier persona hacia cualquier sitio. Su poder es inagotable e infalible y todas las personas sucumben ante el.

Tras las presentaciones, Corripius empezó su magia relatando el cuento de la familia O'Tova-Warrior que recorría kilómetros durante largas horas hasta llegar a la Tierra Baja, al paraje de Kerryland...al tiempo que Hablaba, Edulin empezó a dibujar con sus dedos un bosque de belleza difícil de explicar que se adivinaba detrás de la niebla. Pintaba arboles enormes llenos de larguísimas ramas cubiertas de un manto verde, como de terciopelo. Lagos grises y misteriosos, jardines de césped delicado con setos que dibujaban formas laberínticas. El relato de Corripius era tan detallado y la pintura de Edulin tan perfecta que los O'Tova se vieron de inmediato trasladados a ese lugar mágico.

En ese momento Samuka hablo dirigiendose hacia el océano a sus espaldas: "Gerald y Angelika, por favor, cruzad el mar y venid a acompañar a vuestros hermanos Manny y Laurel y a vuestro adorable sobrino Maartens" y lo dijo con una voz dulce, melosa, infantil y sin lugar a dudas mágica. De pronto se levanto un viento fuerte, procedente de la costa, a pocos metros de distancia del bosque y detrás de una de las rocas aparecieron Gerald y Angelika, los hermanos de Manny...parecían asustados...no, mas bien sorprendidos, intentando comprender lo que acababa de pasar. Al levantar la cabeza vieron a Manny y corrieron hacia el para fundirse en un caluroso abrazo tras muchos años sin verse. Que alegría!!!!!

Luego, las preguntas: pero como habéis llegado hasta aquí??? no se, escuchamos una voz que nos hipnotizo con su melodía y nos trajo volando a través del mar. No nos explicamos.....

Manny no cabía en si de felicidad. Agarro a sus hermanos, su mujer y su niño y les llevo a la casa que Edulin había hecho realidad con su dibujo dentro de ese lugar de ensueño llamado Kerryland; allí, al calor del fuego y con unas humeantes tazas de chocolate entre las manos les contó la historia del hada Alma enviada por sus papas y de los tres duendecillos.

En medio del relato escucharon un sonido: pi, pii, piiiiii, piiiiiiiii...el sonido se hacia cada vez mas intenso, piiiiiii, piiiiii!!!!!!!

Lolo, Lolo, Lolo! ya es hora de levantarse: hoy nos vamos a Kerry! Tus hermanos y tu prima Alma ya se han levantado y están preparandose, y los niños están desayunando. Oye, que bonitos son los gorros de duende que les hemos conseguido de regalo!

Y Lolo se levanto con una sonrisa enorme, sabiendo que el viaje que iban a comenzar seria todo un éxito :)