Por fin vuelvo a tener ordenador!!! La pantalla de mi laptop murió el otro día, y hasta hoy no hemos conseguido una nueva - una Samsung de casi 22 pulgadas (a mí me parece enorrrrme, teniendo en cuenta que ya me había acostumbrado a la mini-pantalla de mi laptop......).
Tengo pendientes un montón de reseñas (y es que últimamente no paramos). Hace ya un mes (el 12 de Septiembre) nos fuimos a conocer
Greystones y la excursión fue todo un éxito: el día amaneció muy soleado - últimamente hemos tenido unos cuantos días de cielo azul sin ninguna nube- así que cogimos el coche y nos fuimos por la carretera de la playa dirección Sur (hacia Wicklow). La idea era llegar a Greystones, porque, aunque nos habían hablado muy bien del pueblo, nunca nos habíamos animado a visitarlo
Nuestra ruta fue la siguiente:
1.- Desde casa fuimos a Sandymount y desde allí a Merrion - cogimos la R118 dirección Booterstown
2.- Allí la N31 en dirección a Blackrock y Dun Laoghaire
3.- Dejamos Dun Laoghaire por la R119 hasta llegar a Sandycove, donde está la torre Martello (que Raúl recordará perfectamente del Ulyses de James Joice)
4.- Pasamos Dalkey y Killiney Hill (una pasada en un día soleado; los enanos estaban dormidos y los papis nos hicimos unas fotitos para la posteridad), y seguimos dirección Ballybrack y Bray.
5.- Una vez en Bray, tomamos a R761 - esta es la parte más chula del camino porque íbamos viendo las Wicklow Mountains según nos acercábamos a Greystones.
Nada más llegar, ya con las tripas gritando de hambre, nos topamos con un restaurante de los más recomendable:
A. Caviston, que además de servir un pescado excelente a precios razonables, tiene tienda tipo gourmet. Allí paramos y comimos estupendamente los cuatro (bueno, Martín comió sopita preparada por mamá) y después café y POSTRE, que escribo con mayúsculas porque madre miiiiia, son buenísimos.
Como pudimos, con el estómago a reventar, salimos del restaurante-cafetería-pescadería-boutique del gourmet y nos fuimos a dar un paseo dirección a la playa. Greystones, y en concreto Church Road (la calle principal) está lleno de restaurantes y todos con muy buena pinta.
Al llegar a la playa, de nuevo nos entró ese complejo de "mariquitas" que sufrimos a menudo por estas tierras (nosotros con forro polar abrochado hasta las orejas y la peña en bañador metida en el agua.....). Dimos una vueltita de aproximadamente media hora, luego fuimos al playground que hay junto a la playa a que Samuel se cansara un poco y de nuevo al coche rumbo a casa, felices y contentos.
El pueblo nos encantó (ahora entendemos por qué el año pasado fue nombrado el pueblo más "habitable" del mundo en los premios "
LivCom Awards 2008" que se celebraron en China.....casi ná!) y vimos un montón de casitas estupendas a muy buen precio (de alquiler). El DART llega hasta allí, así que no descartamos la posibilidad de movernos para allá en un futuro - dependiendo del cole al que finalmente vaya Samuel.
Justo una semana después, el domingo 20 de Septiembre, volvimos otra vez a hacer el mismo camino hasta Shankill porque el día que fuimos a Greystones, nos quedamos encantados con un parque por el que pasamos: el
Shanganagh Park, en Shankill.
Allí nos fuimos a pasar la tarde con la merienda en la tartera. No nos defraudó: un parque enorme, con unas vistas preciosas de las Wicklow Mountains, con paseitos asfaltados perfectos para pasear el carro de Martín y un área de juegos de lo más original. Samuel se lo pasó en grande; Martín estuvo dormido casi todo el tiempo, o sea que asumimos que también se lo pasó bien, y nosotros relajados pasamos una tarde de lo más agradable.