¡Calor en Dublín!

Vaya días de calor que estamos teniendo en Dublín. Creo que es la semana más calurosa que hemos tenido desde que nos vinimos a vivir aquí, hace ya... un montón.

Sí es verdad que mayo y junio son los meses de mejor clima, y que todos los años sale un día –con suerte dos– en los que de verdad se respira verano. Pero es que ya llevamos una semana así! ¡una semana de verano en la que no hemos bajado de los 20! Ríete tú del desierto egipcio en agosto... demasiao para estos cuerpos anglosajones, tan carentes de melanina y tan poco acostumbrados a altas temperaturas. La gente está que no se lo cree: ves a todo el mundo semidesnudo por la calle, tirados en bañador en los parques, rojos como cangrejos –porque aquí, cuando pega el sol, quema– y todo el día con el helado o, en su defecto, la Guinness semicongelada en la mano. Se respira felicidad y buen rollito por todas partes.

Y los warriors no van a ser menos. Estos últimos días los hemos diasfrutado a tope: todo el tiempo al aire libre.

Nuestro fin de semana empezó el viernes por la tarde, que decidimos meter la tortilla de patata en el tupper, una botella de agua, un par de zumos fríos e irnos a la playa de Sandymount, preparados por supuesto, con nuestras gorras y nuestras gafas de sol.

Cuando llegamos aquello parecía la playa de Gandía en el puente de Agosto: plagado de gente! Niños con sus papás, con sus abuelos, jovencitos que habían ido del cole directamente a la playa, veinteañeros jugando al fútbol y luciendo pectorales delante de veinteañeras que a su vez lucían bikinis nuevos del Primark (porque aquí nadie se gasta más de 10 euros en trajes de baño....¿para qué?). Un poco de todo.

Allí nos aposentamos y allí estuvieron los warriors jugando al fútbol, al freesbie y chapoteando en un charquillo que había justo a nuestro lado (Martin quiso bucear un poco, pero no habíamos llevado las botellas de oxígeno ni el regulador para buceo a gran profundidad, así que se conformó con bucear a golpe de pulmón, a lo valiente):

Nos dieron las 8. ¡Qué lujazo! Allí nos comimos la tortilla y nos bebimos los zumos, así que cuando llegamos a casa después de toda la tarde jugando, solo hubo que ponerse el pijama y a dormir.

El sábado preparamos salida a un sitio que nos habían recomendado: el parque de Ticknock,

Ticknock esun parque natural con mucho encanto que está muy cerquita de Dublín, y que merece la pena conocer por las vistas que tiene, ya incluso desde el aparcamiento:

y ya imagináis lo que pasó nada más empezar a caminar en Ticknock... Pues que Samuel se cayó. ¡Pobre Samuel! se le quedó la rodilla hecha un cuadro. Menos mal que, conociendo a los warriors y su tendencia a acusar la gravedad terrestre mucho más que el resto de los mortales, llevamos ya el botiquín de emergencia en el bolso vayamos donde vayamos. ¡Y nos ha servido de mucho más de una vez!

Por lo menos esta vez la caída fue con vistas al mar y mientras se recuperaba del golpe, pudimos disfrutar de algo de sol y hacer algunas fotos chulas...

y es que ya las caídas son para la familia algo habitual cuando vamos de excursión - y las asumimos con toda la naturalidad posible.

Aún con un herido de gravedad en el grupo fuimos capaces de subir, bajar, comernos la fruta que llevábamos, y disfrutar del verano dublinés que parece que no quiere dejarnos. Volvimos al coche ya pasado el mediodía y tiramos de vuelta a casa para ver la carrera de Formula1.

El domingo fue un día de lo más completo también...pero eso ya lo dejo para la próxima resaña, para no aburrir al personal. Aquí os dejo el montaje con todas las fotos que hicimos el viernes y el sábado en este soleado e irreconocible Dublín. Espero que os guste, y si es así, que dejéis vuestros comentarios para que sepamos que alguien nos lee :-). El grupo y la canción me han parecido perfectos para el montaje: los Beach Boys cantando California Dreaming (que sí, que sí, que para nosotros esto es como las playas de Malibú...o mejor!)

Besos y abrazos a todos. Muy prontito mucho más