Todos los lunes por la tarde oigo un programa en la radio local que me gusta un montón. En un momento del programa, el presentador abre los micrófonos para que los oyentes le cuenten todo lo que han aprendido durante el fin de semana.
Me gusta esa sección porque me hace pensar.... y me aplico el cuento - con los warriors cada fin de semana aprendemos un montón de cosas nuevas:
El sábado por la mañana los niños estuvieron con la banda del moco jugando en el jardín comunitario. Hemos aprendido que cuando Samuel y Martín están con sus colegas ya no nos llaman papi y mami (como nos suelen llamar cuando estamos los cuatro solos), porque les debe sonar muy "de mariquitas". Samuel nos llama FATHER y MOTHER. Y Martín nos llama como nos llaman los otros niños: MANOULOU y LORA. Oírselo a los vecinos es gracioso, pero oírselo decir a Martín es la bomba :-). Le hemos grabado para colgarlo aquí, aunque, claro, aquí lo dice bajito y se pierde el factor "escándalo" de cuando lo grita desde el otro lado del jardín a pleno pulmón (¡Manouuuuulouuuuuu!). Aún así, merece la pena escucharlo en el vídeo:
El domingo por la mañana fuimos a desayunar con los Torre a una cafetería que hay justo enfrente de la biblioteca del Trinity College (es el KC Peaches de siempre que ha abierto un local en el centro). Nosotros llegamos primero (raro, raro).
Y cuando llegaron los Torre, los niños inmediatamente se pusieron a jugar juntos.... aunque Samuel había estado protestando toda la mañana porque parece ser que ahora odia a las niñas (en general) y no quiere ni juntarse con ellas... bueno, pues aprendimos que no es verdad: por lo menos con Dani y Emma y con nuestras vecinas le sigue gustando jugar, aunque él nunca lo reconocerá (antes la muerte!)
Después del desayuno nos fuimos todos a dar una vuelta por el centro, a Grafton Street. La verdad es que nosotros nunca salimos a pasear por el centro. Si vamos para allá es porque tenemos que comprar algo; pues hemos aprendido que también es una gozada pasear por allá, aunque no tengamos nada que comprar, porque hay muy buen ambientillo, y los niños disfrutan con todos los "juguetes" que hay por la calle
y con toda la gente que se monta el chiringuito: los músicos, los acróbatas, los cuidadores de perros callejeros, los "pomperos"(que hacen pompas). A los cuatro les encantó el pompero que se había instalado el domingo justo en la puerta del Marks&Spencer - muy apañada la actuación que además nos vino de perlas porque Martín ya salió duchado y preparadito para el cole del día siguiente... y eso que llevaba el gorro.
y con toda la gente que se monta el chiringuito: los músicos, los acróbatas, los cuidadores de perros callejeros, los "pomperos"(que hacen pompas). A los cuatro les encantó el pompero que se había instalado el domingo justo en la puerta del Marks&Spencer - muy apañada la actuación que además nos vino de perlas porque Martín ya salió duchado y preparadito para el cole del día siguiente... y eso que llevaba el gorro.
También les moló el acróbata... a ellos y a nosotros, porque era muy gracioso el señor
Aquí aprendimos también algo nuevo e importante: nunca des a Samuel una monedita para que la eche en la gorra del artista callejero de turno, ¡porque no la echa! ¡¡¡se la queda!!!! ¿quién les enseñará esas cosas a los warriors?. Este va para banquero fijo - creo que vamos a corregir un poquito la dirección de su futuro: le sacamos de clases de tenis y que se centre en dos cositas básicas: debe y haber y paraísos fiscales.
Ya, al final de la mañana... y de la calle Grafton que nos recorrimos de arriba a abajo (bueno, más bien de abajo a arriba), hicimos nuestro último descubrimiento: en la tienda Disney proyectan pelis para peques en una sala que tienen en el primer piso; además hay sillitas y mesas, papeles y ceras para que los niños puedan pintar si no quieren ver la peli que están poniendo. ¡Cine y clase de artes plásticas gratis en plena calle Grafton! que me traigan las sales...
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